El programa de refugiados palestinos de la ONU (UNRWA, por sus siglas en inglés) fue un proyecto humanitario creado en 1948 luego del conflicto árabe-israelí. Actualmente funciona como un brazo armado militar y de propaganda de la Autoridad Palestina y grupos terroristas como Hamas. Este programa tiene a su cargo 59 campamentos para refugiados dentro y a los alrededores de Israel, financia programas educativos en las escuelas y realiza campamentos de verano para niños y jóvenes.
El Center for near east policy research LTD desde 1987 ha venido documentando cómo UNRWA promueve la jihad y una política educativa que incentiva el “derecho a retornar” palestino en niños y jóvenes, inculcando en ellos algo más allá que odio a los judíos, una idea que no tiene nada que ver con una solución pacífica: el asesinato de judíos en Israel a toda costa.
Este programa de la ONU cuenta con financiamiento sostenido de gobiernos y ONG´s, entre los que cabe destacar que Alemania es el país que más contribuía con 174 millones de Euros anuales en 2020. Ahora, el gobierno de los Estados Unidos ha confirmado en su site oficial haberse convertido en el principal donador a este programa con la contribución de 201 millones de dólares anunciada en la visita de Biden a Israel.
¿Será que Biden olvidó que desde 1997 Hamas está considerada por los Estados Unidos como organización terrorista internacional? Para nadie es un secreto que este grupo extremista islámico es aliado del régimen chavista venezolano. El chavismo siempre ha sido antisemita y hasta maldice al Estado de Israel. Hace pocas semanas Nicolás Maduro estuvo en Irán fortaleciendo sus relaciones con el régimen extremista, el cual es uno de lo principales financistas y promotores de este grupo.
Es importante destacar que en el mandato del presidente Trump, el financiamiento a UNRWA había sido cortado, en coherencia con su política de apoyo al Estado de Israel y su postura en favor y defensa de la cultura y valores judeo-cristianos occidentales. Joe Biden con este respaldo a organizaciones terroristas, que asesinan judíos y cristianos por ser “infieles”, reafirma la percepción de que su política exterior es una amenaza para la paz mundial.
Asimismo, recordemos que el Presidente Biden tiene una política de reconocimiento y apertura con el régimen chavista venezolano, lo que ha permitido el mejor período de estabilidad y cohesión del chavismo desde la época del dictador Chávez. También es necesario resaltar que el gobierno de los Estados Unidos continúa su apoyo a las políticas de la fracasada oposición venezolana, financiándola con millones de dólares que no contribuyen a un cambio real en el país.
Por lo tanto, es importante que los contribuyentes norteamericanos ejerzan una presión real y de fiscalización de los recursos invertidos por su gobierno en cuanto a esta nefasta política exterior. ¿Quién reclama sobre estos asuntos en el Senado? ¿Quiénes piden cuentas en el comité de asuntos exteriores de la Cámara de Representantes? En nada se benefician los Estados Unidos apoyando a sus propios enemigos y a todos aquellos regímenes que promueven valores totalmente opuestos al sueño americano.